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Los Ucranianos lamentablemente ya no son dueños de su país, si aún tenían alguna esperanza de salvar su patria y ser dueños de su propio territorio, esto lamentablemente ya es una utopía. No lo digo por el avance de Rusia, ni por el resultado final que pueda tener la guerra sino porque aún venciendo, los Ucranianos ya se han entregado atados de pies y manos a la plutocracia occidental, si quieren pueden llamarla de burguesía occidental, elites occidentales, ponganle el nombre que quieran. No solo las gigantes constructoras están deseando la mayor destrucción de Ucrania para que la "reconstrucción" del país les deje enormes ganancias, sino que la industria armamentista occidental, principalmente estadounidense, desea que el conflicto se extienda en el tiempo para poder seguir vendiendo armas, aumentando el temor a los rusos en todo Europa para así incrementar exponencialmente sus ventas. Además, todas las armas que se les han entregado a los Ucranianos no son gratuitas como lo plantean, sino que los han obligado a endeudarse con el sistema financiero internacional, Banco Mundial y FMI para que puedan seguir comprando más y más armamento. El caprichoso comediante Zelensky, no solo los metió a los Ucranianos en la cama con la OTAN y los plutocratas occidentales, ofreciéndo a su pueblo como carne de cañón ante Rusia, sino que además los ha llevado a una guerra arrasadora y sin sentido para el pueblo trabajador ucraniano, y como si fuera poco los han endeudado de por vida para comprar armamento a los mismos que los empujaron intencionalmente a la guerra. Que desgracia la del pobre pueblo ucraniano, un comediante judío y neonazi los ha empujado a la derrota y a la miseria, la cua será el destino de Ucrania y no es justamente Putin el que los ha dejado en semejante situación. Los rusos no pretenden anexar Ucrania, solamente están interesados por algunos territorios del este, por la parte costera del sur y frenar el avance de la OTAN en sus fronteras. Sin embargo, la independencia de Ucrania ya ha sido pérdida y no en manos justamente de Moscú, por el contrario, Ucrania está siendo un festín para la usura internacional, para la industria de la muerte (complejo militar industrial) y lo será, como lo fue en Irak y Afganistán, por medio de una futura y ansiada reconstrucción que llene de riquezas y recursos ucranianos las arcas de las constructoras multinacionales y de sus magnates multimillonarios. Al igual que otros eventos globales recientes y de gran impacto, esta guerra Ruso/Ucraniana está siendo una excusa para hacer un gigantesco movimiento de recursos, una enorme transferencia de recursos a los centros de poder, no solo de las riquezas del pueblo Ucraniano y sus recursos naturales hacía las arcas de la burguesía occidental, de los plutocratas, sino que también de la riqueza de los trabajadores europeos y estadounidenses empobrecidos, transferida a los activos de Wallstreet y la megaindustria militar.
Es fundamental saber y entender lo más importante de esta situación en Ucrania, algo que la falsimedia estilo CNN, medios de desinformación
propagandistica occidental, de noticias falsas de primera línea y sus versiones locales, nunca dirán: la guerra en Ucrania es una guerra proxy
de la OTAN y Europa contra Rusia. Para decirlo de manera más exacta, es la guerra contra Rusia de ese 1% de plutocratas que controlan el total
de los medios de comunicación, las farmacéuticas, las grandes tecnológicas, las principales redes sociales y plataformas de internet, y a los
político de los Estados Unidos, Canadá y Europa, también de Latinoamérica por supuesto.
Los verdaderos dueños del poder occidental siempre vieron a Rusia como una amenaza real, la cual debería ser desmembrada, controlada y destruida.
Es en cuestión territorial el país más grande del mundo y son enemigos naturales de la burguesía sionista Europea/Norteaméricana. Además, los rusos
defienden lo suyo, son soberanistas algo que complica por completo al proyecto imperialista global de estos engendros.
Un proyecto que repito, posee raíces esclavistas, colonialistas, imperialista, y lleva al extremo los valores más rancios del capitalismo salvaje:
destruir cualquier intervención del estado y de participación ciudadana para otorgarle el poder a una cúpula, a un directorio que gobierne defendiendo
a nivel global el poder que ellos mismos forjaron a partir del capital privado y del financierismo internacional.
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